A raíz de un posto publicado en Lucía mi pediatra, me he visto con las ganas de escribir esta entrada, que no es mas que la replica del comentario que he dejado allí, pero es que como profesional y como madre, este tema me supera... No soporto las etiquetas, y soy la primera qque trabaja con ellas, pero intento a toda costa evitarlas y concienciar a mi entorno de que lo que hay que hacer es mirar de manera amplia, no clasificando. Las etiquetas hacia los niños salen por todos lados, en el post de Lucía se refiere al as que ponen las madres de "otros" niños, a los niños pegones y molestos que hay en una aula cualquiera... mi respuesta ha sido ésta...
"Hola. En primer lugar decir que me gusta el artículo, pero creo que se
queda corto.Sí, tenemos que reflexionar sobre las etiquetas hacia los
“otros”, pero hacia los “nuestros”, también. Cuántas veces oigo….. – Mi
hijo es muy bueno, duerme del tirón y me deja dormir (con meses de
vida), – Mi hijo es muy malo, todo el día grita y se tira al suelo
cuando quiere algo (con 2 años); Hasta he llegado a oír palabrotas y
frases despectivas, eso sí, siempre en tono de broma, hacia sus propios
hijos. Y yo me pregunto…. ¿En serio? ¿de verdad son conscientes de lo
que están diciendo? . Dónde queda el respeto por estas personitas,
indefensas que desde que tienen días, meses de vida, ya están oyendo si
son buenos o malos. Un niño no es bueno o malo, un niño se comporta
mejor o peor en un determinado momento, debido a una serie de
circunstancias. Un niño que pega mucho en el cole, no es un niño malo,
es un niño que por unsas u otras razones no sabe comunicarse de otra
manera ni mostrar sus emociones y frustraciones. Así que podríamos
empezar los propios padres por aplicarnos el cuento… pero claro, también
tendríamos aqui que comentar de qué manera nos relacionamos con la
gente a la que queremos y tenemos confianza. Seré una aburrida, pero no
me refiero a mi marido nunca, ni en tono cariñoso ni enfadada, como
cabrón, tonto u otras lindezas que sí se oyen en senos familiares muy
unidos donde el resto del día también son muy dulces y comprensivos. Hay
una palabra que se llama RESPETO, que se está perdiendo en todos los
ámbitos.
Y, por otro lado… todavía profundizando mas allá, ya no hablemos de las
etiquetas del “bueno” “malo” “pegón”… si no de las de “HIperactivos”
“déficit de atención” “retraso madurativo” etc, etc, etc. Que tan de
moda están en educación, psicología, pediatría… sí, existen niños con
necesidades educativas especiales, un niño con síndrome de down, es
claramente un niño con un gen alterado que le afecta en mayor o menor
medida en su desarrollo y que necesita adaptaciones en la vida para
poder ir creciendo, pero y un niño con “déficit de atención e
hiperactividad”, realmente… ¿qué tiene? porque en todos mis años
profesionales he conocido bastantes, y eran los niños movidos,
inquietos, que molestan en clase. Pero que en el fondo lo que demuestran
es el fracaso que tenemos socialmente y educativamente por no saber dar
respuestas a sus inquietudes. En adultos, por qué no existe el TDAH??
Porque de adultos ya sabemos que si necesitamos movernos mas vamos al
gimnasio, a correr, nos pauntamos a actividades… pero los niños dependen
de lo que sus padres decidan hacer con él. En resumen, las etiquetas
molestan, pero las creamos nosotros porque no sabemos cómo actuar ante
determinados niños que no siguen las pautas del “buen hijo”. Y desde
padres hasta todos los profesionales directamente vinculados o no con la
infancia deberíamos hacer una reflexión al respecto y ver que clase de
sociedad, etiquetada, clasificada y controlada estamos creando…"
Por favor, empecemos a aplicar la tolerancia y el respeto.... Besitos varios!!!!!
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